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Desde todo punto de vista, este resultaba un proyecto delicado. En principio por el edificio donde había que realizarlo pero además tenía la complejidad de estar en primerísimo plano y al alcance de todos los que iban a circular por ahí; normalmente este sistema se usa para fachadas de gran porte donde los detalles se ven a la distancia.
Sumado a esto teníamos que copiar curvas con paneles que son estrictamente a escuadra y rectos por donde se los mire, detalle adicional a cuidar.
El
equipo que se seleccionó para este trabajo era básicamente formado por
oficiales con varios años de experiencia y muy buena mano para los detalles;
sumado a esto hubo mucho participación del departamento técnico para resolver
el problema de “curvar las líneas rectas”.
Los tiempos
de obra no fueron los más rápidos ya que se priorizó el detalle por sobre la
productividad y aunque no fuimos extremadamente ágiles en el montaje, igualmente
se cumplió con los plazos de entrega.